La cita catarí será histórica en muchos aspectos. Uno de ellos, trascendental, será para el colectivo arbitral, por cuestiones tecnológicas y por contar por primera vez con varias mujeres.
La FIFA mostró ante los medios una sesión práctica en la que los árbitros dejaron ver actuaciones y decisiones ante acciones de juego desarrolladas por futbolistas locales.
El colegiado argentino Fernando Rapallini, que en 2020 se convirtió en el primer colegiado sudamericano en dirigir en la Eurocopa, aseguró que para él "es un orgullo, un placer, un honor" estar en el Mundial, "además de ser un privilegio estar representando al arbitraje en líneas generales sin hablar de fronteras".
Para el colegiado de La Plata, de 44 años, la detección semiautomática del fuera de juego, "lo que viene a traer es un poquito más de rapidez a la hora de la toma de decisión porque lo que hace al instante es saber si el jugador está en fuera de juego o no".
"Entonces ganamos mucho en rapidez pero después las reacciones en el campo son exactamente las mismas. Nada más que lo único nos van a avisar más rápido desde la cabina de la situación", apuntó.
Rapallini recordó así mismo que en todos los grandes torneos hay encuentros con los distintos equipos para informarles de todo lo concerniente al asunto arbitral. "En este caso tiene que ver con la integridad física de los jugadores, con proteger el juego, a los jugadores, respeto al oponente, a las autoridades, con el respeto del juego básicamente", señaló.
Cuestionado sobre si espera tener la fortuna, Néstor Pitana, que en Rusia 2018 dirigió el encuentro inaugural y la final, el colegiado argentino respondió que él llega a hacer su Mundial.