"Al descartar las críticas legítimas por violaciones de los derechos humanos, Gianni Infantino desestima el enorme precio que pagaron los trabajadores inmigrantes para hacer posible su torneo insignia, así como la responsabilidad de la FIFA en ello", declaró Steve Cockburn, director de Justicia Económica y Social de AI.
"Las demandas de igualdad, dignidad y compensación no pueden tratarse como si fueran una especie de guerra cultural: son derechos humanos universales que la FIFA se ha comprometido a respetar en sus propios estatutos", afirma en un comunicado.
Cockburn señala que, "si hay un pequeño rayo de esperanza, es que Infantino ha anunciado que la FIFA establecerá un fondo de legado de la Copa del Mundo".
"Si la FIFA quiere salvar algo de este torneo, debe comprometerse a invertir una parte significativa de los 6.000 millones de dólares que ganará y asegurarse de que este fondo se utiliza para compensar directamente a los trabajadores y sus familias", señala.
Infantino destacó este sábado, un día antes del inicio del Mundial 2022, los avances experimentados en los últimos años en Catar en cuestiones de derechos humanos y sociales y denunció que en el mundo occidental existe una doble moral.