La tercera urbe más poblada de Argentina se tiñó de celeste y blanco, con miles de personas que se volcaron a las calles para festejar el 3-0 ante los croatas y el acceso a la sexta final mundialista que disputará la selección del país suramericano.
Los festejos se concentraron en torno al Monumento a la Bandera, icono de esta ciudad a la vera del río Paraná y situada a unos 300 kilómetros al norte de Buenos Aires.
Estas tierras son las que han visto nacer el 24 de junio de 1987 a Messi, el gigante capitán de la Albiceleste y que este martes brilló por su entrega en el juego, una magistral asistencia para uno de los dos tantos de Julián Álvarez y un penalti convertido que le ha aupado hoy al lugar de máximo goleador de Argentina en los mundiales.
El rosarino es profeta en su tierra, donde 'la Pulga' es un verdadero orgullo para la ciudad.
En los cielos de Rosario, de hecho, brilló este martes, antes del crucial partido, el astro fulgurante de una camiseta gigante del 10 de la selección argentina.
La casaca, de 18 por 12 metros y 60 kilos de peso, fue desplegada en los aires desde un helicóptero, sobre el Paraná.
Rosario también es la cuna de otro ídolo de la 'Scaloneta', el centrocampista Ángel Di María, y del también central Giovani Lo Celso, quien a último momento, por lesión, se quedó afuera de los convocados por Lionel Scaloni para Qatar pero que este martes se sumó a los festejos con sus compañeros en el césped del estadio Lusail.