Al Wakrah (Catar), 2 dic (EFE).- El uruguayo Luis Suárez dejó entrever que ya no jugará más con la selección uruguaya tras la eliminación en el Mundial de Qatar: "Ahora toca animar a los compañeros para todo lo que sigue", dijo entre lágrimas.
"Sentí tristeza, desilusión, tuve la suerte de jugar mi cuarto Mundial. Pero que mi hijo de cuatro años vea a su padre despedirse con esta imagen de tristeza, es duro para un padre. Es difícil, toca afrontar la situación y animar a los compañeros para todo lo que sigue", comentó a los medios el delantero de 35 años nada más acabar la victoria de Uruguay ante Ghana (2-0), que no fue suficiente para avanzar a octavos de final.
Suárez se mostró muy crítico con el arbitraje y con el trato que recibió de la FIFA, que impidió a sus hijos acceder al vestuario.
"Quería dar un abrazo a mis hijos y mi mujer y viene gente de la FIFA que dice que no pueden bajar mis hijos. El otro día un jugador de Francia estaba con sus hijos en el banco de suplentes. Pregunté por qué siempre es contra Uruguay", dijo el futbolista.
"Parece que Uruguay tiene que tener otro poderío a nivel mediático para permitir que mis hijos pasen. Pero es la FIFA", se quejó.
Suárez reclamó dos penaltis, uno a Edinson Cavani y otro a Darwin Núnez.
"Es penalti a Edi, le corta la carrera, pone el cuerpo delante. Después del de Darwin también es clarísimo. No son excusas, pero se cobran penales increíbles en el Mundial. Ahí está el comité de árbitros, tiene que explicarse mejor", indicó.
El exjugador del Barcelona y del Atlético de Madrid expresó su "tristeza y decepción" por la eliminación.
"Hoy es un día para hacer reflexión de que dimos el máximo en este partido. Nos tocaba ganar y lo hicimos, pero dependíamos de otro resultado. Llegamos a este punto por nosotros mismos, siento tristeza y decepción, es lo que siento hoy", indicó.