Al Rayyan (Catar), 3 dic (EFE).- Ya había intervenido Andries Noppert frente a Christian Pulisic en los primeros instantes, había surgido Estados Unidos con potencia en el terreno de juego del estadio Khalifa y había trasladado el juego al territorio neerlandés, cuando Frenkie de Jong agarró la pelota en su propio área, amagó, condujo, combinó y originó una secuencia magnífica de una decena de toques que culminó Memphis Depay, al otro lado del campo, en el 1-0 que abrió la vía de Países Bajos a octavos de final.
Una combinación total, surgida y concluida por dos jugadores del Barcelona; un golazo al que fue incapaz de interponerse el combinado norteamericano, siempre un segundo tarde, siempre un metro por detrás, siempre inalcanzable, desde que Denzel Dumfries le devolvió la pelota a De Jong, que conectó a su lado con Virgil Van Dijk, a su vez con Nathan Aké, a su vez con el medio campo, con hasta cinco pases al primer toque que hallaron a Cody Gakpo.
Entre líneas, la sensación 'oranje', goleador tres veces en los primeros tres encuentros (no alcanzó el récord absoluto de hacerlo por cuarta vez que no ha logrado nadie en la historia de la Copa del Mundo, según las estadísticas oficiales del torneo), domó el balón, lo condujo unos metros, dio el tiempo necesario para la llegada de Dumfries por el lado derecho, que conectó, de primeras, con Memphis Depay. En el área, el delantero remató sin controlar.
Un golazo que rompió el partido, cuando el bloque dirigido por Louis Van Gaal apenas había cruzado su medio campo, apenas había dado una veintena de pases, apenas había soportado el 27 por ciento de la posesión del duelo, apenas había sido él mismo -o al menos lo que se propone como idea de fútbol, en base a la pelota- en los primeros 10 minutos de su regreso a un partido de los octavos de final de la Copa del Mundo desde hace ocho años.
Desaparecida la 'oranje' de Rusia 2018, por su propio declive en la fase de clasificación de entonces, se reactivó para la siguiente, para su presencia en Qatar 2022, con Louis Van Gaal, el último entrenador que lo llevó a la fama mundialista (en Brasil 2014, cuando ocupó la tercera posición) reclamado para el cargo, en el que, desde su regreso hasta ahora, es invencible: 19 encuentros sin perder, con ocho victorias en los últimos diez.
Si se incluye el final de su anterior etapa, la racha se agranda hasta los 29 partidos invictos. O a una sólo derrota en sus 47 encuentros más recientes de sus dos últimas etapas. No pierde como seleccionador naranja desde el 25 de marzo de 2014: 2-0 con Francia. Por más críticas, discusiones y debates que haya generado el fútbol neerlandés, sin alardes ni contra Senegal ni contra Ecuador ni contra Catar, en la primera fase, ni siquiera tampoco ante Estados Unidos, en los octavos de final, pero ganadora... Y con sólo dos goles en contra.
El mérito ahí es de Andries Noppert, el portero elegido por Van Gaal para cubrir el marco en el Mundial 2022. Más de dos metros de altura (2,03), 28 años, guardameta del Heerenveen, sin un solo partido como internacional hasta la primera jornada de la fase de grupos del torneo, y crucial para que el combinado neerlandés esté en estas alturas de la competición, pendiente de si será la Argentina de Lionel Messi o Australia su siguiente desafío.
Sin el cancerbero, quizá, nada habría sido posible. Ni en algunos tramos de la primera ronda, por ejemplo con alguna intervención contra Senegal con 0-0 en el marcador o contra Ecuador, con 1-1, como también hizo este sábado contra Estados Unidos. A Pulisic, cuando el 0-0 lucía aún; a Tim Weah, con 1-0, y a Tim Ream, ya con 2-0, para posponer los sobresaltos del 2-1 en contra, conseguido después, y agrandar la mejor racha de Países Bajos en el Mundial: once partidos sin perder, con ocho victorias y tres empates, mientras aguarda adversario para el próximo viernes.
Iñaki Dufour