"Ahora empieza un nuevo campeonato, los partidos a eliminación directa le van bien a Senegal, tiene la costumbre de jugarlos", indicó el técnico de la campeona de África, que ganó la final en los penaltis, al igual que el billete para este Mundial.
"Nuestro día a día es jugar partidos decisivos, el grupo tiene una experiencia colectiva que nos lleva a afrontar este tipo de situaciones", agregó.
Cissé indicó que "a estas alturas de la competición poco importa quien sea el rival, hay que ganar a los mejores".
El seleccionador senegalés dedicó la victoria a Papa Bouba Diop, exinternacional senegalés, autor del gol del triunfo sobre Franca en el partido inaugural de Corea-Japón 2002, del que se cumplían dos años de su muerte por una enfermedad degenerativa a los 42 años.
El técnico alabó la capacidad de su equipo a jugar de forma colectiva a partir de la baja de su estrella Sadio Mané, al tiempo que señaló que tiene fe en sus jugadores para el futuro: "Conozco a este grupo, lo he construido desde hace siete años".