Buenos Aires, 21 dic (EFE).- El presidente de Argentina, Alberto Fernández, se mostró este miércoles comprensivo con la decisión de la selección albiceleste de no visitar la Casa de Gobierno durante los festejos de este martes, afirmando que "para hablar con Messi y Scaloni siempre habrá tiempo".
"Hoy leí en un diario que Alberto Fernández es el único presidente que no recibió a un equipo campeón mundial de fútbol, y puede ser; tal vez tenga que ver con esa decisión que tomé de no mezclar la política y el fútbol", aseveró Fernández en una entrevista a Radio con Vos.
"Para hablar con Messi y con Scaloni siempre habrá tiempo, ahora el tiempo es de ellos. Creo que hay que dejar de pensar tanto en uno mismo; la selección no es mía, no es del Frente de Todos (coalición gobernante), ni de la oposición, es de todos", agregó el mandatario.
La caravana que trasladaba al combinado nacional partió poco antes de las 11.30 horas (14.30 GMT) del martes desde el recinto deportivo de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) en Ezeiza, en la provincia de Buenos Aires, en medio de una afluencia masiva de personas que frenó el avance de la expedición albiceleste.
Cinco horas después, los jugadores abandonaron el autobús descapotable y culminaron sus festejos con una "vuelta olímpica" en helicóptero, sin visitar la intersección entre la autopista 25 de Mayo y la Avenida 9 de Julio, teórico punto final de las celebraciones, ni acudir a la Casa Rosada, en donde el Gobierno nacional instaló un escenario para recibir al equipo.
Los jugadores no fueron a la Casa de Gobierno debido al "cansancio" y a la "dificultad para llegar", según Fernández, quien dejó claro en reiteradas ocasiones su "respeto" a esta decisión, puesto que "los homenajeados eran ellos".
"A mí no me importa no recibirlos si es que ellos estaban cansados y quieren hacer otra cosa. No estoy ofendido", aseveró el jefe de Estado, aclarando que no habló con nadie del combinado nacional, salvo con el centrocampista Alejandro "Papu" Gómez, quien le envió un "mensaje cariñoso" por la red social Instagram.
Respecto a los festejos de este martes en Buenos Aires, en donde más de cuatro millones de aficionados salieron a las calles para recibir a los jugadores, el presidente afirmó que se trató de "una fiesta popular" como nunca se ha visto en Argentina, sin que se experimentasen "excesos" ni "abusos".
"Fue muy positivo, porque todo se hizo en un clima de mucha tranquilidad, armonía y paz. Celebré y disfruté mucho de ver a la gente disfrutar, que era lo que yo quería, después de un tiempo tan difícil como el que nos tocó pasar", aseveró el mandatario.
Argentina se proclamó campeona del mundo este domingo tras ganar en la tanda de penaltis (4-2) a Francia, después del empate 3-3 en los 120 minutos de juego.
La Albiceleste obtuvo su tercer título mundial, después de los conseguidos en Argentina 1978 y México 1986. A estos tres logros, se suman las tres finales perdidas de Uruguay 1930, Italia 1990 y Brasil 2014.