La Tri, la fe y el sueño

El seleccionador de Ecuador, Gustavo Alfaro, abraza al portero, Alexandre Domínguez, durante un entrenamiento de su equipo este sábado en Doha. EFE/ Esteban Biba

Doha, 26 nov (EFE).- La selección de Ecuador amanece en Catar convencida de que el sueño de jugar los octavos de final de un Mundial por segunda vez en su historia está más cerca que nunca, tras la demostración contra Países Bajos, que ha acabado por convencerles de que sus límites están más arriba de lo que pensaban.

Doha, 26 nov (EFE).- La selección de Ecuador amanece en Catar convencida de que el sueño de jugar los octavos de final de un Mundial por segunda vez en su historia está más cerca que nunca, tras la demostración contra Países Bajos, que ha acabado por convencerles de que sus límites están más arriba de lo que pensaban.

El mejor resumen del partido se vivió en la sala de prensa, donde el seleccionador de Ecuador, Gustavo Alfaro, se cruzó con el de Países Bajos, Louis van Gaal, y tras un apretón de manos el neerlandés confesó: "Merecieron ganar".

Ese fue el sabor de boca que quedó en el Khalifa Stadium, el que se llevaron los aficionados. Ecuador, un modesto equipo que llegó sin grandes expectativas a Catar tuvo en sus manos a una selección que llegó con pretensiones de levantar el trofeo.

El mensaje del "profe" Alfaro parece haber terminado por calar en el grupo, que ahora cree en sus opciones. El entrenador argentino no para de ensalzar las virtudes de la joven selección que tiene a sus órdenes y los jugadores han acabado por apuntarse a la fe.

Contra Países Bajos salieron timoratos, asustados por la grandeza del momento, pero Alfaro les alentó desde la grada hasta que les despertó. "Nos dijo que confiaba en nosotros y eso nos hizo meternos en el partido", señaló el centrocampista Moisés Caicedo, que pasa por ser la voz del técnico sobre el césped.

La opinión del jugador del Brighton es compartida por otros miembros del equipo. Todos coincidieron en que el torbellino ecuatoriano que saltó al césped en el segundo tiempo era fruto del subidón de confianza que les insufló Alfaro.

"Estábamos convencidos de que podíamos empatar e incluso ganar, los teníamos ahí. Creamos muchísimas más ocasiones que ellos, dominamos el partido, nos faltó un poco de eficacia delante", afirmó Romario Ibarra.

La labor del "profe" comenzó a dar sus resultados en la eliminatoria sudamericana y ahora tiene el equipo a un punto de entrar en octavos de final, a falta del partido definitivo que disputarán el próximo martes contra Senegal.

El seleccionador reconoció que a Ecuador le sigue faltando la experiencia de las grandes citas. A ello suma una cierta dificultad para marcar, que viene dejando patente en los últimos meses y que en el Mundial de Qatar ha paliado la brillantez de Enner Valencia.

La dependencia del jugador del Fenerbahce es total, puesto que de sus botas han salido los tres goles de Ecuador, el mismo número que consiguió en 2014 en Brasil, lo que le convierten en el máximo anotador histórico de la Tri.

DEPENDENCIA DE VALENCIA

El resto del plantel no ha sumado por ahora, pese a que Gonzalo Plata estrelló un balón en el larguero contra Países Bajos.

La Tri estará entre los 16 mejores si, al menos, empata contra los africanos e incluso tiene opciones de ser primera de grupo si les derrota por un margen de goles superior al que logre Países Bajos en su duelo contra la ya eliminada Catar.

Si ambas selecciones empatan también a número total de goles, entonces serán las tarjetas amarillas quienes determinen el orden del grupo.

Acabar primera del grupo A puede ser importante, porque de esa forma se evita en octavos al que acabe primero del grupo B, donde el favorito en Inglaterra.

La selección de la rosa fue el verdugo de Ecuador en Alemania 2006, la única vez que el equipo superó la fase de grupos. Un gol de David Beckham a la hora exacta de juego condenó al equipo que entonces entrenaba Luis Fernando Suárez.

Puso fin a una aventura que la Tri había cimentado con triunfos ante Costa Rica y Polonia.

Luis Miguel Pascual