Aliou Cissé, la experiencia sudamericana
Aliou Cissé formaba parte como jugador de la selección de Senegal que en 2002 logró la histórica clasificación para octavos de final en un Mundial.
Jugaba el decisivo último partido de la fase de grupos contra Uruguay y el ahora seleccionador de los Leones del Teranga recuerda con emoción que gracias a un empate a 3 dejaron en la estacada a la "charrúa" para avanzar en la competición.
Dieciséis años más tarde, Cissé ya era el entrenador de su país y, de nuevo, un equipo latinoamericano se cruzaba en su camino en busca de un billete para los partidos decisivos.
Entonces, a Senegal le valía con un empate para avanzar, pero un gol del colombiano Yerri Mina en el minuto 74 les condenó al ostracismo, convertidos en el primer equipo de la historia en quedar eliminado por la regla del juego limpio.
Empatado a todo con Japón, el número de tarjetas inclinó la balanza del lado de los nipones y el prometedor equipo de Senegal tuvo que hacer las maletas.
Cissé, que de nuevo se juega la supervivencia contra un equipo latinoamericano, esta vez frente a la joven e impulsiva Ecuador, asegura que tiene fresco el recuerdo de aquel duelo y que la experiencia pude servirles para afrontar este nuevo reto.
"Si tenemos una lección que sacar de aquel duelo es que en un partido de un Mundial no te puedes despistar ni un segundo. Un partido no son 45 o 50 minutos", asegura el seleccionador africano.
Recuerda que frente a la Colombia de James Rodríguez y Falcao, Senegal dominó el encuentro, lo tenía atado y bien atado, pero en un saque de córner el espigado Mina se elevó por encima de la defensa africana y acabó con el sueño senegalés.
DETALLES
"Basta con un segundo, con un detalle, para que te marquen. Todo se juega en los detalles, no podemos bajar la guardia", señala Cissé.
Entonces, Senegal podía jugar con la calculadora, porque el empate les valía.
Cuatro años más tarde, frente a Ecuador, no hay ningún resquicio para la especulación. A los Leones solo les sirve la victoria y Cissé cuenta con la motivación de sus jugadores para conseguirla frente a un equipo reputado por su impermeabilidad defensiva.
Hasta que Cody Gapko le marcó en el segundo partido del Mundial, encadenaba siete duelos con su portería a cero, lo que muestra la dificultad que aguarda a Senegal.
Muchas cosas han cambiado en Senegal desde entonces. Acaba de logar el título en la Copa África de Naciones y ha ganado en madurez y experiencia, un punto en el que supera a la joven Ecuador.
Cissé es el rostro del salto adelante que han dado los Leones. Cuando llegó al banquillo senegalés en sustitución del francés Alain Giresse, el equipo no estaba entre los diez mejores del continente.
"Ahora somos el número uno y el 18 del mundo", presume el técnico, que saca pecho por el trabajo realizado, que ha sentado las bases para un futuro prometedor.
Contra Ecuador, Senegal se juega mucho. Entre otras cosas, demostrar que puede vivir sin Sadio Mané.
El segundo de la tabla del reciente Balón de Oro no puede participar en el Mundial por lesión, pero Cissé recuerda que está muy presente en la concentración y que llama cada día para mostrar su respaldo a los jugadores.
El objetivo de Senegal es superar la fase de grupos 20 años después de que Cissé y sus compañeros lo hicieran en Corea del Sur, donde derrotaron en el partido inaugural a una Francia que defendía título y a Suecia en octavos con un gol de oro de Henri Camara antes de caer en cuartos frente a Turquía.
"Nuestro deseo es que el fútbol senegalés esté lo más arriba posible. El partido de mañana nos puede permitir superar un escalón, queremos hacer progresar nuestro fútbol y mostrar que tenemos hueco en la esfera internacional", asegura el seleccionador en vísperas de otro reto sudamericano.
Luis Miguel Pascual